Aquí te dejamos, para que la disfrutes, una pequeña crónica de la XXL VULCAN EXPERINCE que nos ha hecho llegar el compañero del C.D. NEBLINA VALLESECO TRAIL Francisco Ventura,
Gracias, amigo.
Se
desplazó la caravana atlética esta vez a lugares sureños. La vigésimo quinta
edición de la Vulcan experience. A tempranas horas los que disfrutamos del
sufrimiento nos dispusimos a conocer otro pequeño trozo de la isla. La
desconocida vertiente sur nos regalaba áridos paisajes y rachas ventosas que a
veces nos ayudaban y más a menudo se interponían en nuestro deambular.
De los
madrugadores que no dudaron en afrontar el reto más complicado nada supe. Pocos
entienden qué razón les lleva a madrugar para afrontar un paseo de 40 Km.
Abandonados a su suerte tendrían ocasión de sentirse prehispánicos por unas
horas. Llegados a la meta recibieron cálidos aplausos de un público cariñoso y
reconocedor de los méritos contraídos, pero habían regresado al presente.
Dos
horas más tarde algo más de un centenar de rostros cada vez más familiares
calentaban motores para medirse en deportiva lid en busca de esa mezcla de
sufrimiento y placer que anhelamos los que ya somos habituales en estas
carreras. Dicen que la adversidad mejora la condición humana. Razón más que
suficiente para subir montañas. Cuando llegamos a la cima la adversidad se
transforma en bienestar. La química es muy extremista.
El
barranco del Draguillo era testigo de excepción de una serpiente multicolor de
participantes llegados desde diferentes puntos de la isla. La camaradería entre
nosotros se mantenía presente. Buena terapia para aquellos a los que nos cuesta
abrir la boca cuando nos encontramos con un desconocido. Una cadena en el
camino nos avisaba de los peligros que nos quedaban por sortear. Esa cadena que
me vio caer. Detrás dos espectadores de lujo miraban absortos. Al llegar a mi
altura me dieron ánimos para continuar. Mi rabia esta vez no me descentró, todo
lo contrario. Llegados a la Pasadilla sólo nos quedaba una larga bajada. El sol
que en el norte de la isla no aparecía aquí nos abrasaba como sólo él sabe.
Eran las 10 de la mañana y el círculo se cerraba. Se había hecho corto el
recorrido. Qué fácil decirlo al final. Busqué un botiquín y no lo encontré. Una
pequeña herida en la rodilla no empañó una bonita jornada deportiva. Volveré a
visitar esa cadena. Esta vez me ganaste, Paterna, y te felicito por ello, pero
volveremos a vernos en Artenara. La adversidad nos espera. Una última
referencia a un clásico de las carreras, Juan Moreno, que con su sola presencia
contribuye a engrandecer las experiencias en la ruta. Además ha cumplido 61
años recientemente.