jueves, 19 de junio de 2014

CRONICA XXL VULCAN EXPERIENCE


Aquí te dejamos, para que la disfrutes, una pequeña crónica de la XXL VULCAN EXPERINCE que nos ha hecho llegar el compañero del C.D. NEBLINA VALLESECO TRAIL Francisco Ventura, 

Gracias, amigo.


Senderos eólico volcánicos


Se desplazó la caravana atlética esta vez a lugares sureños. La vigésimo quinta edición de la Vulcan experience. A tempranas horas los que disfrutamos del sufrimiento nos dispusimos a conocer otro pequeño trozo de la isla. La desconocida vertiente sur nos regalaba áridos paisajes y rachas ventosas que a veces nos ayudaban y más a menudo se interponían en nuestro deambular.

De los madrugadores que no dudaron en afrontar el reto más complicado nada supe. Pocos entienden qué razón les lleva a madrugar para afrontar un paseo de 40 Km. Abandonados a su suerte tendrían ocasión de sentirse prehispánicos por unas horas. Llegados a la meta recibieron cálidos aplausos de un público cariñoso y reconocedor de los méritos contraídos, pero habían regresado al presente.

Dos horas más tarde algo más de un centenar de rostros cada vez más familiares calentaban motores para medirse en deportiva lid en busca de esa mezcla de sufrimiento y placer que anhelamos los que ya somos habituales en estas carreras. Dicen que la adversidad mejora la condición humana. Razón más que suficiente para subir montañas. Cuando llegamos a la cima la adversidad se transforma en bienestar. La química es muy extremista.

El barranco del Draguillo era testigo de excepción de una serpiente multicolor de participantes llegados desde diferentes puntos de la isla. La camaradería entre nosotros se mantenía presente. Buena terapia para aquellos a los que nos cuesta abrir la boca cuando nos encontramos con un desconocido. Una cadena en el camino nos avisaba de los peligros que nos quedaban por sortear. Esa cadena que me vio caer. Detrás dos espectadores de lujo miraban absortos. Al llegar a mi altura me dieron ánimos para continuar. Mi rabia esta vez no me descentró, todo lo contrario. Llegados a la Pasadilla sólo nos quedaba una larga bajada. El sol que en el norte de la isla no aparecía aquí nos abrasaba como sólo él sabe. Eran las 10 de la mañana y el círculo se cerraba. Se había hecho corto el recorrido. Qué fácil decirlo al final. Busqué un botiquín y no lo encontré. Una pequeña herida en la rodilla no empañó una bonita jornada deportiva. Volveré a visitar esa cadena. Esta vez me ganaste, Paterna, y te felicito por ello, pero volveremos a vernos en Artenara. La adversidad nos espera. Una última referencia a un clásico de las carreras, Juan Moreno, que con su sola presencia contribuye a engrandecer las experiencias en la ruta. Además ha cumplido 61 años recientemente.